Las cancelaciones llegan a los hoteles de la costa del sol, costa dorada y costa blanca. La cuarentena impuesta por el Gobierno británico y las recomendaciones de no viajar a España por los rebrotes de coronavirus han acabado por dinamitar la temporada alta en estas zonas de España.
El turismo británico representa más de una cuarta parte del turismo que visita España. El gasto anual es de 18.000 millones de euros.
Cancelaciones en la costa del sol
El volumen de reservas empezaba a crecer, la ocupación se situaba entorno al 40% pero la decisión del
Gobierno británico de obligar a una cuarentena por el
coronavirus a todo viajero procedente de
España ha dado un giro inesperado y ha dinamitado por completo toda la previsión que tenía el sector turístico hasta el momento.
Las cancelaciones empiezan a ser masivas por lo que se teme que el impacto económico va a ser importante.
El turista británico es el turismo principal en la costa del sol y en España, donde se gasta cada año 18.000 millones de euros.
El sector hotelero espera un 90% de cancelaciones entre los turistas británicos. Luís Callejón Suñé, presidente de AHECOS, habla sobre las cancelaciones por los rebrotes de coronavirus, "sobre el 90%, es lo que estamos sufriendo. Las previsiones que teníamos de un 42% para agosto pensamos que no la vamos a alcanzar".
La mitad de los hoteles
La mitad de los hoteles de la costa Dorada están al 30% de su ocupación. Y en Barcelona hay otros 30 hoteles que han aplazado su apertura por los rebrotes del coronavirus y la cuarentena impuesta por el Gobierno británico.
En la costa blanca preven pérdidas de 200 millones de euros. Allí precisamente en Benidorm hay un hotel que abrió sus puertas el pasado sábado y volverá a echar el cierre.
Cancelaciones en los hoteles
El 80% de los clientes de este hotel de Benidorm son británicos. Han recibido tantas cancelaciones que no les compensa seguir abiertos. Miguel Correa, director de hotel, "el 80% de las reservas que teníamos de ellos se han cancelado", en pocas horas todo ha cambiado.
A los clientes, a los que les ha pillado este cierre en mitad de sus vacaciones, van a ser reubicados en otros hoteles. Algunos de sus trabajadores tendrán que regresar al ERTE en el que estaban desde marzo.
Así que ante la fugaz ilusión de la reapertura ahora viene la duda de cómo salvar este verano del coronavirus.
