JD Vance, el último líder en reunirse con el papa Francisco antes de su muerte: "Me alegré de verle ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo"

Un encuentro breve, cargado de simbolismo diplomático, que tuvo lugar en un momento de tensiones discretas entre la administración estadounidense y el Vaticano. La audiencia fue corta: apenas tres minutos. Ayer, domingo de resurrección por la mañana, antes de impartir la tradicional bendición “urbi et orbi” en la Casa Santa Marta, el Papa recibió a Vance en una sala privada. No asistieron ni su esposa ni sus hijos, y la conversación se limitó a un saludo sencillo y la entrega de algunos regalos.

"Encantado de verle aquí", dijo el Papa al vicepresidente. El pontífice le entregó a Vance chocolates, bombones y medallas para él y su familia, como muestra de cortesía.

"El vicepresidente de un estado importante como son EE.UU., estando en Roma y teniendo tiempo libre y habiendo asistido a los actos religiosos, era un poco insólito que el papa no lo recibiera", señala a Espejo Público Antonio Pelayo, corresponsal en Roma. Sin embargo, las formas no lograron ocultar las tensiones que marcan la relación entre Washington y la Santa Sede.

Una relación tensa con la administración estadounidense

El breve encuentro dejó entrever el distanciamiento entre la postura del Vaticano y la política exterior e interior del Gobierno de Trump, al que pertenece Vance. Especialmente en cuestiones como la migración o el trato a los más pobres, donde las posiciones son contradicciones "in terminis".

No obstante, como es habitual en la diplomacia vaticana, las relaciones se mantienen en un plano de cordialidad. "Son formas de cordialidad protocolaria, pero no ocultan las diferencias profundas que existen", subraya Antonio Pelayo.

Las palabras de Vance tras el fallecimiento del Papa

JD Vance, tras el encuentro que tuvo lugar sobre las 11:30 horas, escribió en redes sociales: "Hoy me he reunido con el Santo Padre Papa Francisco. Agradezco su invitación y rezo por su buena salud". Desde su oficina también emitieron un comunicado señalando que "el encuentro, que duró unos minutos, les dio la oportunidad de intercambiar felicitaciones de Pascua".

Horas después de conocerse la muerte del pontífice, Vance ha vuelto a referirse a él con respeto y admiración: "Me alegré de verle ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo. Pero siempre le recordaré por la homilía que pronunció en los primeros días de la COVID. Fue realmente hermosa".

El último mensaje del Papa: paz y justicia para los pueblos en conflicto

Poco después de su breve audiencia con Vance, el Papa, de 88 años, apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro tras la misa de Pascua. Aunque visiblemente debilitado, sus palabras resonaron con fuerza, leídas por el arzobispo Diego Ravelli.

"Pido una vez más un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, la liberación de los rehenes y acceso a la ayuda humanitaria", dijo Francisco. También dedicó oraciones a las comunidades cristianas en Líbano y Siria, y recordó las crisis en Ucrania y Yemen, "una de las crisis humanitarias más graves y duraderas del mundo a causa de la guerra".

"Ante la crueldad de los conflictos que afectan a civiles indefensos y atacan escuelas, hospitales y trabajadores humanitarios, no podemos permitirnos olvidar que no se ataca a objetivos, sino a personas, cada una de ellas dotada de alma y dignidad humana".

Y concluyó su mensaje con una advertencia clara a los líderes mundiales: "No cedan ante la lógica del miedo. Usen todos los recursos para combatir el hambre y fomentar iniciativas para promover el desarrollo. Estas son las armas de la paz: armas que construyen el futuro en lugar de sembrar las semillas de la muerte".

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