El número de muertos por coronavirus en EE.UU supera ya los 58.000, una cifra que empieza a ser superior a las víctimas que dejó la guerra de Vietnam en la década de los 60.
A pesar de esa situación, muchos estados han vuelto ya a la normalidad desoyendo las recomendaciones sanitarias de los expertos de la Casa Blanca .
Peligra el suministro de carne
El último paso de Donald Trump ha sido firmar un decreto con el objetivo de mantener el suministro de alimentos que obliga a plantas procesadoras de carne a seguir abiertas pese a haberse convertido en un foco de contagio del COVID-19.
El gobierno interviene la cadena de producción de carne para garantizar el abastecimiento a la población
Una veintena de plantas han tenido que cerrar poniendo así en riesgo el suministro de carne a los supermercados.
El presidente Trump ha recurrido a la Ley de Producción de Defensa de EE.UU., que permite al Gobierno intervenir en la cadena de producción, declarando estas empresas como infraestructura crítica y dotándolas recursos y equipos de protección para que continúen trabajando.
Según el sindicato UFWC, más de 5.000 trabajadores del sector han dado positivo por COVID-19 en EE.UU. y una veintena han muerto.
Test a los pasajeros
Por otra parte la Casa Blanca está valorando si debe obligar a las compañías aéreas a realizar el test del coronavirus a todos sus pasajeros en todos o algunos de sus vuelos internacionales.
