Un ciudadano británico capturado por los prorrusos muere en una cárcel de Donetsk

Un ciudadano británico llamado Paul Urey y capturado en abril por las fuerzas prorrusas en el este de Ucrania murió el pasado domingo en una cárcel de Donetsk, según ha informado este viernes la Defensora del Pueblo, Daría Morozova, de la autoproclamada república popular. Según su versión, este ciudadano fue capturado cuando intentaba pasar un puesto de control.

Según han explicado las autoridades prorrusas ya en el momento de la detención y de su ingreso en prisión se le detectaron algunas patologías crónicas. Además, ha añadido que Urey se encontraba "en un estado psicológico deprimido debido a la indiferencia por su destino en su tierra natal".

Después la ministra de Exteriores de la RPD, Natalia Nikonorova, ha añadido en el canal 'Rusia 24' que las causas concretas de la muerte han sido la "insuficiencia coronaria aguda, complicada por un edema pulmonar y cerebral".

Según las autoridades separatistas de esta región del este de Ucrania, Urey estaba calificado de "mercenario", un delito que consideran grave por haber luchado al lado de las fuerzas ucranianas. También han recalcado que se trataba de "un soldado profesional" que había participado en otras guerras y que en los últimos meses se ha dedicado a dirigir operaciones y reclutar y entrenar a soldados para el ejército ucraniano.

Reproche al Gobierno británico

Las autoridades prorrusas han informado de esta muerte incluyendo un reproche a Londres. Acusan al Gobierno británico de conocer que su ciudadano de conocer la situación y de ignorar "la posibilidad de negociar su regreso como parte del procedimiento de intercambio de prisioneros". También les acusan de no proporcionar suministros médicos necesarios para su compatriota a través del Comité Internacional de Cruz Roja.

Morozova también ha afirmado que "a pesar de la gravedad del presunto delito" a Paul Urey "se le brindó la asistencia médica correspondiente". Este no es el único británico capturado en la autoproclamada república popular de Donetsk. Otros dos británicos, Shaun Pinner y Aiden Aslin, están condenados a pena de muerte acusados de mercenarios.

Londres pide explicaciones

Tras conocer la muerte de este ciudadano en una cárcel de Donetsk, el Gobierno británico busca explicaciones y asegura que ha emprendido una investigación "urgente". Desde el Ministerio de Exteriores británico se ha convocado al embajador ruso y ha trasmitido el pésame a la familia, según recoge 'Sky News'.

La ministra de Exteriores de Reino Unido ha afirmado que "Rusia debe responder plenamente". Desde Londres insisten en que Urey no era un mercenario sino un trabajador humanitario, algo que también insistió a 'The Guardian' Dominik Byrne, cofundador y director de operaciones de Presidium Network.