Aznar cree que España atraviesa "una crisis constitucional"

José María Aznar ha querido valorar la situación política actual. Durante su discurso, en un congreso internacional sobre el papel de Antonio Cánovas del Castillo, el expresidente del Gobierno ha mostrado su preocupación. "Una evidencia: hoy España está en una encrucijada y podemos calificar la situación de muchas formas, y probablemente la expresión crisis constitucional no le venga grande", ha dicho Aznar.

El expresidente no ha querido responder a las preguntas de los periodistas sobre la actualidad política, pero sí ha hecho alguna mención a lo largo de su intervención. Cree Aznar que su premisa "no es desorbitada" si se presta atención "a la fragmentación del sistema de partidos, al clima de polarización, al cuestionamiento del fundamento histórico de nuestra convivencia o a las crecientes cuotas de poder regaladas a los enemigos declarados del orden constitucional".

Además, reivindica que la democracia se cimenta en la "lealtad nacional", condición que tienen que "compartir" tanto el Gobierno como la oposición. "Allí donde la lealtad nacional desaparece, la democracia difícilmente arraiga", asegura.

Comunicado FAES

El expresidente no se había pronunciado ,en público, desde que el Gobierno diera el primer paso para derogar el delito de sedición. Anteriormente, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes), que dirige el José María Aznar, sí emitió un comunicado bajo el título "Una reforma penal a solicitud del delincuente". En él alertaba de que la derogación del delito de sedición, comprometida por el Gobierno con ERC y registrada en el Congreso, podría ser "una amnistía encubierta" a los condenados por el referéndum ilegal en Cataluña.

Según Faes, esa reforma del Código Penal es "demasiado precio a pagar por seguir un año más en el poder". Y es que, indica, "sólo obedece a una razón: "Aprobar los últimos Presupuestos Generales del Estado de la legislatura y evitar un adelanto electoral".

Presupuestos

El jueves pasado se votó en el Congreso de los Diputados, poco antes de la medianoche, la proposición de ley para reformar el Código Penal y acabar con el delito de sedición. El Gobierno siempre lo ha desvinculado de los Presupuestos Generales del Estado pero lo cierto es que ese mismo día también se votaron y aprobaron las cuentas públicas y los nuevos impuestos a la banca, las compañías eléctricas y las grandes fortunas.

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