Los ataques entre Sánchez y Milei continúan sucediéndose tras la visita del presidente argentino a España

Las declaraciones del presidente de Argentina, Javier Milei, acusando a la mujer de Pedro Sánchez de "corrupta" y definiendo al socialismo como algo "maldito y cancerígeno" han abierto una crisis diplomática entre España y Argentina que no tiene precedentes, pero no es el primer desencuentro entre Sánchez y Milei.

Solo hay que echar la vista atrás unos meses para ver que la relación entre ambos gobiernos lleva tiempo siendo fría y distante.

El mes de noviembre de 2023 fue clave, porque justo cuando Pedro Sánchez se presentaba a su investidura, Javier Milei se enfrentaba a los últimos días de su campaña electoral. Aquel primer día de sesión de investidura, desde la tribuna del Congreso de los Diputados, Sánchez tachó de "delirante" y "reaccionario" el discurso de Milei, al tiempo que daba su apoyo a su rival, el entonces candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa.

También Milei ha cargado en múltiples ocasiones, y de forma muy dura, contra lo que representa el PSOE. "No dejen avanzar el socialismo", clamó durante una convención ultraconservadora celebrada en Washington a la que también acudió Donald Trump.

No ha sido la única referencia de Milei al socialismo, durante muchas intervenciones se ha referido a esta ideología como la culpable de la pobreza y el retroceso. "Comunistas, fascistas, nazis, socialistas...", llegó a enumerar durante su discurso en el foro de Davos para cargar contra el socialismo.

Encontronazo entre Puente y Milei

Los desencuentros han sido múltiples, pero el más relevante fue el que se produjo hace apenas dos semanas con el ministro de Transportes, Óscar Puente. Durante un evento en Salamanca, Puente acusó a Milei de "ingerir sustancias", lo que hizo que las relaciones con el gobierno argentino empeoraran.

Desde la Casa Rosada reaccionaron publicando un comunicado contundente en el que no solo tacharon de "calumnias e injurias" las palabras de Puente, pasaron a atacar directamente no a Puente sino a Pedro Sánchez y a su esposa.

"El gobierno de Pedro Sánchez tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia", decía el comunicado en el que también acusaban a Sánchez de haber puesto "en peligro la unidad del Reino, pactando con separatistas", así como puesto "en riesgo a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal".

Aunque hubo un cruce de reproches sin precedentes, desde ambos gobiernos trataron de zanjar rápido lo ocurrido. "No hay ninguna crisis diplomática", dijo con contundencia el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Nada que ver con lo ocurrido durante las últimas horas.

En una entrevista en Espejo Público, Albares se ha referido a las palabras de Milei como una "clara y fragante injerencia en asuntos internos y un ataque a las instituciones españolas".

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