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Una apuesta ha llevado a este jóven inglés de 26 años a pasar los último trece meses de su vida viajando por toda Inglaterra lamiendo las catedrales anglicanas que encuentra a su paso.
Según explica el jóven, todo surgió cuando una noche con amigos en un pub, entre pinta y pinta, Lawrence fue desafiado por su amigo Adam a pasar su lengua por cada catedral del país. Si lo conseguía, su amigo debería correr desnudo por las calles de York. Pero en el caso de fallar la extraña prueba, el que se pasearía sin ropa por el pueblo, sería él.
Para demostrar que cumple la apuesta y documentar su experiencia, Lawrence se ha hecho fotos en cada catedral anglicana que visita, por supuesto, lamiendo los muros, columnas y paredes de todas ellas. Además el británico cuenta toda la experiencia de sus viajes en un blog en el que también tiene colgadas todas estas curiosas fotografías.
Hasta el momento ha conseguido lamer 42 iglesias y, según asegura el propio Edmonds, para cumplir la 'sabrosa' apuesta, todavía le falta pasar su lengua por otras 20 catedrales.
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