El Turco llega buscando a Víctor Reyes y los dos, después de muchos años, se ven las caras.

Ismael, desesperado por inyectarse morfina, suplica a Isabel, como enfermera que es, que se la consiga.

Benigna pide perdón a Fortunato por la bronca que le echó por el asunto de la redacción y le felicita porque ese relato ha sido seleccionado para ser leído en la radio.

Jorge y Laura continúan con su relación a escondidas y salen a cenar.