En el campeonato del mundo de Doha, Mireia se hizo con dos oros y una plata y en los europeos nos ha contado cómo se hizo con dos triunfos en tan solo dos minutos. Partiendo de que fue una final bastante dura, Mireia parece ser exigente con su trabajo "siempre quiero probar cosas nuevas y saber donde está mi límite y hacer todo lo mejor posible".
Además, esta profesional habla de su entrenador, ese exigente que está detrás de sus victorias, el que le exige el máximo cada día. Éste hace hincapié en que el descanso y comer bien es fundamental para mejorar, o lo que es lo mismo, 'el entrenamiento invisible'.
El lado oscuro del deporte es el dopaje, donde Mireia nos ha contado los exhaustivos controles que siguen, "pueden hacernos un control un domingo cualquiera en casa", con 90 ml de pis y analizarlo con posterioridad. De hecho, tienen que poner los tapones del revés para evitar que se mezclen con sustancias.
La visita de Mireia no hubiese sido lo mismo de no ser por la aparición de Trancas y Barrancas y su sección especial para Mireia Belmonte: 'Sopa de atleta de tiburón', donde Mireia tenía que acertar con nombres de atletas que tienen cierto punto gracioso por tener similitud con palabras españolas, todo esto a partir de una foto y tres opciones. Aún así, ha demostrado ser una auténtica deportista.