El padre del presunto asesino de Mocejón, conmocionado: "Ya no puedo confiar en mi hijo"

El padre del presunto agresor, un joven de 20 años con un 75% de discapacidad ha compartido su angustia y desesperación en varias entrevistas, revelando detalles sobre el estado emocional y mental de su hijo, así como las dificultades que enfrenta la familia tras el incidente. "Habla de que ve máscaras", explica y expone que independientemente de que su hijo sea inocente o culpable del asesinato de Mateo, no puede confiar en él ni permitir que esté solo por la calle.

El padre, visiblemente afectado, ha declarado en el programa "Y ahora Sonsoles" que está completamente destrozado por lo ocurrido y que no ha podido dormir debido a las amenazas y agresiones que ha recibido, como el apedreamiento de su casa. Expresó su preocupación por el estado mental de su hijo, quien, según él, ha confesado tanto verdades como mentiras y se encuentra desquiciado.

Insiste en que la discapacidad de su hijo es severa y que en su visita a la cárcel le ha visto agobiado y diciendo cosas inconexas. El joven, que asiste a un centro de día debido a su discapacidad, ha sido descrito por su padre como alguien que nunca logró tener amigos verdaderos y que ha sufrido abusos debido a su condición.

Niega que tenga problemas mentales

En una entrevista con La Sexta, el padre del detenido cuestionó la confesión de su hijo, sugiriendo que fue influenciado para admitir cosas que podrían no ser ciertas. Afirmó que su hijo no debería estar en un calabozo, ya que esto le afecta negativamente y que debería estar en un entorno más adecuado para su bienestar. Además, el padre ha negado que su hijo tenga problemas mentales, aunque reconoce que su comportamiento puede ser percibido como "rarito" debido a su aislamiento social.

Se sigue buscando el arma homicida

La investigación del crimen sigue su curso, con la Guardia Civil buscando el arma utilizada en el asesinato y analizando un cuchillo encontrado cerca de la casa del detenido. El joven, que reside en Madrid con su madre, pero pasa temporadas en el domicilio de su padre en Mocejón, confesó el crimen alegando que fue cometido por "su otro yo", lo que ha llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de un trastorno mental.

La familia de Mateo ha solicitado privacidad durante el funeral y ha agradecido el apoyo recibido por parte de las autoridades y vecinos.

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