Una llamada, la clave: así fue la detención en Galicia de una fugitiva buscada por asesinato en EEUU

No logró subir al avión. La detención se produjo el miércoles 26 de junio en el aeropuerto de la ciudad gallega, cuando la fugitiva se disponía a embarcar en un vuelo con destino a Bruselas. La intervención se materializó gracias a una operación conjunta entre varias unidades policiales españolas y organismos internacionales, entre ellos la Comisaría de Santiago de Compostela, Interpol, la Embajada de Estados Unidos en España y el U.S. Marshals Service.

Los hechos por los que está acusada esta mujer ocurrieron el pasado 5 de abril en Filadelfia, en la cuadra 4400 de Frankford Avenue. Según la información facilitada por las autoridades estadounidenses, tras un altercado verbal, la detenida apuñaló varias veces a Yuleisy Carolina Torrelles-Martínez, de nacionalidad española, causándole la muerte.

A continuación, intentó quemar el cadáver utilizando líquidos inflamables, sin éxito. Ocultó el cuerpo en una cortina de ducha dentro de un futón, sustrajo el dinero y el pasaporte español de la víctima, y abandonó el país un día después, el 6 de abril, con destino a Madrid, vía Múnich.

La investigación se mantuvo estancada hasta que llegó una pista clave: la llamada de un ciudadano compostelano que afirmó haber visto en la capital gallega a la autora del crimen y lo trasladó directamente a las autoridades. Al parecer, la joven no ocultaba ser una fugitiva. El ciudadano, anónimo por el momento, conoció primero a la joven y después el caso, a través de las redes sociales. Enseguida reconoció el rostro de la sospechosa tras la amplia difusión mediática del crimen en medios internacionales. Estados Unidos había ofrecido una recompensa económica de 20.000 euros por cualquier información que ayudara a su localización.

Tras recibir la pista, el Grupo de UDEV de la Brigada Local de Policía Judicial de Santiago de Compostela inició las primeras comprobaciones. Se logró confirmar la presencia de la sospechosa en la ciudad mediante imágenes de videovigilancia y registros en establecimientos de hospedaje.

El 26 de junio, los agentes detectaron que la fugitiva se encontraba a bordo de un autobús con dirección al aeropuerto. Se estableció un seguimiento discreto y, una vez que se confirmó su presencia en la puerta de embarque de un vuelo a Bruselas, se recibió la confirmación de la activación de la orden internacional de detención. La arrestaron en ese mismo momento.

La mujer permanece en una prisión gallega a la espera de los trámites de extradición a Estados Unidos, donde será juzgada por los delitos cometidos.

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