José Polo, el enólogo de Atrio piensa que se trata de un robo por encargo: "A estos señores les han pagado"

Si hubiese un manual para ladrones de guante blanco, el robo de las 45 botellas de vino del restaurante Atrio sería uno de los casos de estudio. Considerada una de las mejores bodegas de España el enólogo responsable de ella, José Polo, ha explicado sus sensaciones sobre este robo millonario.

Entre las botellas sustraídas destacaun Chateau d'Yquem de 1806 valorada en 350.000 eurosque "es la más especial porque formaba parte de la historia de Atrio", dice Polo para añadir: "se han llevado una parte de nuestra historia, algo que no podemos reemplazar".

La hipótesis que baraja José Polo es que el robo habría sido cometido por dos huéspedes del hotel. "Vino una señora a alojarse y cuando bajó a cenar dijo que le iba a acompañar un amigo", Polo los recuerda como dos personas "muy amables" que tras tomar el menú degustación subieron a la habitación.

"A la 1:30 de la madrugada llamaron a recepción porque les apetecía comer algo más" y aunque la persona que vigila las cámaras le indicó que la cocina estaba ya cerrada "ella insistió" que según relata el enólogo "como en este tipo de hoteles lo más importante es el cliente, procuramos no decirle nunca que 'no'" por lo que la persona que estaba vigilando fue a prepararles algo.

Cree José Polo que en ese momentos los presuntos ladrones "bajaron por otra escalera y accedieron a la bodega. Abrieron dos cerraduras magnéticas y en la oscuridad metieron todo en dos bolsas, además cogieron toallas para envolver las botellas".

Los presuntos delincuentes bajaron a recepción a las 5:00 de la madrugada para pagar la cuenta e irse "sin apoyar en el suelo en ningún momento las bolsas".

Polo reconoce que "todo fue demasiado limpio" y cree que "no era la primera vez que lo hacían". El enólogo se inclina a pensar que estas dos personas trabajan para alguien. "Te puedo asegurar que un coleccionista de estos vinos no va a hacer él el trabajo, lo que yo pienso es que a estos señores les han pagado para que hagan ellos el robo".

Aunque todos los ejemplares robados eran exclusivos el Château d´Yquem de 1806 era la joya de la corona y es que era una botella certificada ya que Atrio la compró en una subasta en la casa Christies y posteriormente se les rompió por la zona del cuello por lo que hubo que repararla.

El robo es tan misterioso y deja tantas incógnitas por resolver como por ejemplo si la identidad con la que esos dos clientes se registraron era falsa que el propio Polo asegura "me imagino que seremos sospechosos todos".