Las causas del fuego aún se desconocen y serán los servicios del Infoca como los de la Guardia Civil quienes determinarán cuáles fueron, después de que el lunes 26 se comenzaran a tomar muestras de la zona para proceder a la investigación del incendio. Mientras tanto, es hora de hacer balance de evaluar del desastre y de mirar hacia el futuro.
Hemos visitado la zona calcinada con Luis Urbina, miembro de Ecologistas en Acción. Nos ha explicado la pérdida real provocada por un incendio que duró tres días y que arrasó una zona muy rica con una gran biodiversidad. “Se trata de una zona de cría del lince, de otros muchos mamíferos además de anfibios, reptiles y aves. No es una zona húmeda como el corazón de Doñana pero se trata de un lugar muy importante”.
Dentro del perímetro del incendio se han salvado 2.500 hectáreas. Es lo que revelan los datos oficiales de este virulento incendio que se desató en la localidad de Moguer el pasado sábado
La destrucción provocada por el fuego supone una pérdida irreparable. Se trata de una zona que se conservaba muy bien, nunca había sufrido un incendio como este último. Los pinos que han ardido tenían una edad de 40 años. Pero el fuego ha destruido también toda la vegetación baja y la fauna, sobre todo, los reptiles e insectos.
Lamentablemente ahora solo se puede esperar. “Hasta dentro de un año no se podrán comenzar las tareas de restauración de la zona. Habrá que ver si la vegetación se recupera por si sola y solo entonces habrá que plantearse la reforestación, pero será un trabajo que llevará muchos años”.
