A partir de ahora, 'Scamp el Vagabundo' es 'Scamp el Campeón'. A pesar de no ser el perro más guapo del mundo, su interior está lleno de belleza. Scamp es un perro callejero que fue rescatado e 2014.

Yvonne Morones lo encontró en la calle y decidió darle un hogar. "Fue de camino a casa cuando supe que había tomado la decisión correcta", afirma Morones, según recoge 'The Guardian'. "Ahí estábamos, dos extraños en un coche camino a casa para empezar de nuevo. Bob Marley estaba tocando One Love y yo miré y el pequeño Scamp estaba moviendo la cabeza. Era como si supiera que había encontrado su hogar eterno".

El pequeño perro realiza visitas a centros escolares y a residencias de ancianos, para dar cariño y alegría.

Tiene los ojos muy pequeños, como los de un insecto, y tiene rastas. Pero no es su estética lo que le ha hecho ganar un premio, sino su gran corazón.

Scamp ha conseguido el primer premio en el 31º concurso al perro más feo del mundo. Venció a otros 18 concursantes que mostraron sus lenguas caídas, piernas arqueadas, miradas perpetuamente confundidas y otras extrañas características.

El concurso estadounidense pretende visibilizar a los perros callejeros, que han sido rescatados. La mayoría de los competidores fueron perros abandonados, que tuvieron la suerte de encontrar una familia.

"Lo que realmente estamos haciendo es exhibir perros que han sido rescatados, adoptados y llevados a hogares amorosos", afirma el portavoz de la competencia, según afirma 'The Guardian'. "Estos son una especie de perros portavoces para la adopción".