Según indica el diario "The Wall Street Journal, en concreto los agentes quieren examinarle físicamente en busca de arañazos. Al mismo tiempo, el portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Bill Murray, indicó que se ha pospuesto a su vez, "a la espera de acontecimientos en Nueva York", la reunión informal de urgencia de su consejo directivo que tenía prevista para esta tarde, en la que iba a abordar los acontecimientos en torno a Strauss-Kahn.
El alto funcionario fue reconocido por la camarera de hotel que le acusa de intento de violación en una rueda de sospechosos organizada por la Policía neoyorquina. Según indicó un portavoz policial, la mujer, de 32 años, compareció en la comisaría donde está detenido Strauss-Kahn e identificó al alto funcionario entre un grupo de varones.
Strauss-Kahn está acusado de intento de violación, acto sexual ilícito y detención ilegal tras haber quedado detenido el sábado a bordo de un avión que se disponía a despegar hacia París. Según han declarado sus abogados, Ben Brafman y William Taylor, el alto funcionario internacional se declarará no culpable de los cargos cuando comparezca finalmente ante un juez.
La noticia del arresto de Strauss-Kahn cayó como una bomba tanto en Francia, donde se daba como prácticamente segura su candidatura para las presidenciales del año próximo, como en la sede del Fondo Monetario Internacional en Washington. Por el momento ha quedado al frente de la organización su "número dos", el estadounidense John Lipsky, quien precisamente había anunciado el jueves que abandonaría el FMI en agosto, cuando concluye su mandato.
El Fondo, que no ha querido comentar el caso y ha referido cualquier pregunta a los abogados del economista, ha subrayado que de cualquier manera se encuentra "completamente operativo". Strauss-Kahn, de 62 años, es sospechoso de haber intentado violar el sábado a mediodía a la camarera del hotel donde se alojaba en el centro de Nueva York. Según ha explicado el portavoz de la Policía de Nueva York Paul Browne, la mujer, de 32 años, declaró que cuando entró en la "suite" del alto funcionario, que creía vacía, Strauss-Kahn salió del cuarto de baño completamente desnudo, se abalanzó contra ella e intentó obligarle a un acto sexual. La camarera pudo escapar y contó lo ocurrido a sus compañeros de trabajo, que llamaron a la Policía. Cuando se personaron los agentes en el hotel, el alto funcionario ya lo había abandonado, aunque de manera aparentemente precipitada, pues dejó en la habitación algunos objetos personales, entre ellos su teléfono móvil. Según "The Wall Street Journal", cuando Strauss-Kahn se dio cuenta de que había olvidado el teléfono, llamó al hotel para preguntar si lo tenían. Uno de los responsables de seguridad del establecimiento le contestó que sí y le preguntó dónde se encontraba, con la excusa de devolverle el aparato, a lo que el alto funcionario reveló que se encontraba en el aeropuerto.
