El Gobierno de Argentina ha desmentido que haya alguna "cuestión política" en la "no visita" hasta el momento del Papa Francisco a su país de origen, al que no ha vuelto desde que dejó de ser arzobispo de Buenos Aires para comenzar su pontificado, en 2013. "La Argentina es su casa, su tierra, él no necesita invitación y él considerará el mejor momento para visitarnos", expresó en una rueda de prensa el jefe del Gabinete de Ministros, Marcos Peña, después de la primera reunión del Ejecutivo en 2018, que estuvo encabezada en la Casa Rosada por el presidente, Mauricio Macri.
Francisco inició este lunes una visita oficial a Chile y Perú, mientras en Argentina aumentan las voces que atribuyen a supuestas divergencias del pontífice con el Gobierno de Macri la razón por la que no viaja a su país, uno de los pocos que le quedan por recorrer en Latinoamérica. "Nosotros no consideramos que haya ninguna cuestión política en la no visita hasta el momento a la Argentina", aseveró Peña.
A su juicio, el país le espera "con el corazón" y "los brazos" abiertos. "Creemos que es muy importante en este momento que está en la región, tomar dimensión histórica de entender el valor que significa tener un papa argentino, de haber logrado un argentino llegar a ese lugar, el nivel de respeto y aprecio que ha logrado en todo el mundo", aseveró el jefe de Gabinete. Peña consideró que "sería buenísimo para todos" que pudiera visitar Argentina, aunque expresó respeto por "sus tiempos y su proceso de decisión".
Este lunes había una gran expectativa por el telegrama que iba a mandar el Papa a Macri al pasar, de camino a Chile, por el espacio aéreo argentino, como hace con todos los jefes de Estado de los países que sobrevuela. En ese mensaje se esperaba que Francisco pudiera anunciar una eventual visita a Argentina; sin embargo, el Papa se limitó a expresar en inglés su "cercanía y bendiciones" al pueblo argentino, su "patria", y pidió que "no olviden" rezar por él.
Poco después, Macri agradeció al pontífice el mensaje, le recordó el "cariño" y "respeto" del pueblo argentino, y deseó que su visita a Chile y Perú "sea fuente de paz, esperanza e inspiración".
