Al menos once personas han resultado heridas este sábado en los distubrios que han surgido al final de las concentraciones ultraderechistas y antifascistas que han tenido lugar de forma simultánea en la ciudad alemana de Chemnitz, en el este del país, según ha informado la Policía local este domingo.
A lo largo de la jornada se han registrado al menos 25 denuncias, entre ellas daños materiales, agresiones, resistencia a la autoridad y el uso de símbolos de organizaciones prohibidas o de apología del nazismo.
Los disturbios han comenzado entre los manifestantes y la Policía cuando la concentración de extrema derecha fue desmantelada por las fuerzas de seguridad horas antes de lo previsto.
Un joven de origen afgano de 20 años ha sido atacado y ha sufrido heridas leves en las cercanías de las dos manifestaciones. De acuerdo con las autoridades, sus atacantes le tendieron una emboscada y tenían las caras tapadas.
La manifestación convocada por asociaciones de extrema derecha para protestar en contra de la inmigración a raíz de la muerte de un ciudadano alemán -supuestamente a manos de extranjeros- hace una semana ha sido desmantelada por las fuerzas de seguridad antes de tiempo después de que una marcha antifascista bloquease la convocatoria.
De acuerdo con la Policía, un grupo de alrededor de 4.500 personas sólo han podido recorrer parte de la ruta programada después de que se encontrasen con un grupo de unos 3.000 antifascistas, que tenían como objetivo paralizar la manifestación.
"Nuestras unidades se vieron obligadas en varias ocasiones a utilizar el uso de fuerza directa", ha comunicado la Policía de la región de Sajonia, donde está situada Chemnitz, a través de su cuenta oficial de Twitter. Una vez la marcha de ultraderecha había finalizado, muchos manifestantes de ambos bandos se negaron a abandonar la zona.
La Policía desplegó numerosas unidades antidisturbios en un intento de dispersarles, llegando a utilizar cañones de agua. Más de 1.800 agentes han sido desplegados a lo largo del día.
