Francia blinda su fiesta nacional ante el temor de que vuelvan los disturbios

Francia celebra hoy su Fiesta Nacional en medio de un despliegue de seguridad sin precedentes ante el temor de que se produzca un repunte de los disturbios como los que se extendieron por todo el país tras la muerte de un joven argelino a manos de la policía. Se han desplegado 130.000 gendarmes y 40.000 bomberos y se han cancelado los fuegos artificiales en varias ciudades.

El presidente Emmanuel Macron ha sido recibido con aplausos y con abucheos antes de pasar revista a las tropas y de presidir el tradicional desfile militar que cada año tiene lugar en esta fecha. En la tribuna de autoridades destacaba la presencia del primer ministro indio, Narendra Modi, que ha sido el invitado de honor en esta ocasión. Por primera vez, ha amenizado la exhibición militar una banda de música compuesta por músicos de Francia y de otros 13 países aliados.

Las autoridades francesas han calificado la noche del jueves al viernes de "tranquila" aunque se han producido incidentes en algunos puntos del país. El balance se salda con 97 detenidos. En total, han ardido 218 vehículos en todo el país, una cifra un 33% inferior a la de la misma fecha del año pasado, cuando fueron destruidos 326 vehículos.

El despliegue de seguridad se mantendrá hasta este fin de semana. Los autobuses y los tranvías dejarán de dar servicio a partir de las 22:00 horas en las grandes ciudades para evitar que sean incendiados. En la región de París decenas de barrios populares han decidido suspender las fiestas, entre ellos está Nanterre, localidad de donde era Nahel, el joven fallecido por el disparo policial.

También se ha prohibido lanzar fuegos artificiales y comprar o vender pirotecnia, para evitar que se use para incendiar edificios o coches. Desde el 27 de junio, dos días después de la muerte de Nahel, se han incautado 150.000 morteros y fuegos de artificio.

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