Hace casi cinco meses China cerró la ciudad de Wuhan por un brote de coronavirus, una enfermedad desconocida hasta el momento y que en poco tiempo se expandió por todo el mundo. Hoy, Pekín ha aislado a miles de personas por otro brote que ellos mismos califican de "extremadamente grave".
Las autoridades chinas reconocen que esta cepa es mucho más contagiosa que la anterior y que está vez parece que el foco de contagio ha sido un mercado de abastos. Esta misma tarde han elevado el nivel de emergencia y se han suspendido todas las clases presenciales en educación primaria, secundaria y superior
La subsecretaria general del gobierno municipal pequinés, Chen Bei, ha anunciado que a partir de este martes la ciudad pasa al segundo nivel de emergencia, que conlleva que las comunidades de vecinos volverán a comprobar la identidad y el estado de salud de los residentes y a tomarles la temperatura. Además, se aconseja a los residentes trabajar desde el domicilio, mientras que las comunidades en áreas de riesgo "alto" -por ejemplo, con casos confirmados- quedarán selladas.
Se suspenden asimismo los vuelos interprovinciales y quedan prohibidos los viajes en grupo transprovinciales, anunció Chen, quien explicó que "la situación en Pekín sigue siendo grave". De momento hay más de 100 contagiados de coronavirus confirmados pero las autoridades chinas aseguran que están monitorizando a 200.000 personas.
La funcionaria añadió que las personas que residen en áreas en riesgo "medio-alto" y el personal relacionado con el mercado mayorista de Xinfadi, donde se originó este brote, tienen prohibido abandonar Pekín por el momento.
