Los Pujol, de la cima de la política a la interminable crónica de la corrupción

El último informe de Hacienda vuelve a poner en el foco a Jordi Pujol, Es el gran patriarca de la familia, que se completa con su esposa, Marta Ferrusola, y sus 7 hijos. Un clan familiar que según la UDEF, el departamento de policía especializado en delincuencia económica, llegó a amasar casi 300 millones de euros durante cuatro décadas de corrupción. Algunos de los hijos han estado en la cárcel. Pero ahora solo Oriol Pujol, el único que intentó dedicarse a la política, cumple condena. Entró en prisión, pero unos meses después logró un permiso con el que solo tiene que ir a dormir. El otro hijo que acumula más investigaciones de la policía es el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola.

Jordi Pujol gobernó 23 años en Cataluña con un gran poder y siempre dijo que lo que más le importaba era servir al pueblo catalán. Fue considerado siempre el armador de la nueva Cataluña y un símbolo del nacionalismo. Dijo incluso que todas las acusaciones de corrupción sobre él y su familia eran infamias. Incluso despreciaba a la UDEF, como cuando dijo en Espejo Público: "¿qué es la UDEF?". La misma que le situaba en el centro de una trama de corrupción, junto a su mujer sus hijos.

Una trama que escondió millones en Suiza y Andorra, aunque su mujer afirmara que iban allí solo a esquiar. Un patrimonio desmedido, según las investigaciones, fruto de conductas corruptas. Y que procedía de las comisiones que pagaban empresas a cambio de recibir adjudicaciones del gobierno catalán. Nada que ver con la explicación de que todo era fruto de la herencia que le dejó su padre, el conocido abuelo Florenci, un hombre rico por el contrabando de divisas. Una versión que ha quedado superada por la evidencia.