Este organismo catalán es muy singular, dedicado a controlar a los medios de comunicación. Está dirigido por los partidos políticos, en función de su representación en el parlamento catalán: en este caso, por los nacionalistas.
Sólo tiene competencias para analizar medios catalanes, pero por primera vez, el C.A.C. pone el foco en las tres grandes cadenas nacionales. Los llamados informes sobre el "pluralismo informativo" incluyen el control durante la campaña de los informativos, entrevistas y debates de Antena 3, TVE y Telecinco.
A Miquel Iceta, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, la decisión le parece "insólita y una barbaridad". Según denuncian los partidos de la oposición en Cataluña, el C.A.C. nunca ha cuestionado las informaciones pro soberanistas de los medios públicos catalanes.
Para Ciudadanos, el caso más claro es el de su falta de vigilancia en TV3: "Es el mundo al revés –dice Albert Rivera-. (El CAC) no hace nada con lo que pasa en Cataluña, porque solo hay que ver TV3 y los medios públicos catalanes como hacen propaganda cada día de una candidatura".
Las críticas al C.A.C. se acentuaron cuando no actúo contra un informativo infantil en TV3 en el que se entrevistaba a niños que habían asistido a la Diada y hablaban sobre la independencia de Cataluña.
En el Partido Popular, a través de su candidato Xavier García Albiol, califican así la decisión del Consejo: "Es propio de formas de actuar totalitarias".
Y para el gobierno, también es una mala decisión. El ministro de exteriores, José Manuel García-Margallo, asegura que “a mí, un organismo que investigue a los medios privados me producen siempre una alerta importante y un miedo escénico realmente importante”.
Las nuevas investigaciones del CAC han generado división del propio Consejo. Se han opuesto los consejeros propuestos por socialistas, populares y también el de Unió Democrática de Catalunya.
