La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha acusado este miércoles a la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, de utilizar "el dinero de todos los españoles" para "financiar" su campaña electoral de los comicios del 10 de noviembre, unas elecciones en las que, ha avisado a los socialistas, les irá peor de lo que creen.
Álvarez de Toledo ha lanzado esta advertencia a Calvo en el que ha sido su primer y último duelo de la legislatura en una sesión de control del Congreso, una oportunidad que ha utilizado para criticar al Gobierno y también ha asegurado que Calvo "es la encarnación de esta farsa que han tenido que pagar todos los españoles".
También le ha reprochado que únicamente se ha reunido en diez ocasiones para negociar un pacto. "Al final el progresismo iba a ser eso, la más descarnada y cínica lucha para liquidar a su socio socialista con el dinero de todos los españoles"
Continúa defendiendo que los socialistas se han aprovechando de los españoles utilizando el dinero público a su favor y le ha preguntado a Calvo: "¿A eso de usar el dinero de los españoles para financiarse la campaña como lo llamamos financiación progresista?" antes de avisarle de que a los socialistas "les va a ir muchísimo peor que lo que sus 'Redondos' les susurran", en referencia al jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, a quien muchos achacan la estrategia desplegada por el presidente destinada a repetir elecciones.
Tras estas críticas Calvo le ha recordado a Álvarez de Toledo las numerosas tramas de corrupción en las que se encuentra su partido y le ha contestado que "un gobierno progresista no es aquel que tiene que caer por corrupción en una sentencia mediante una moción de censura" así como tampoco es "una fábrica de desapego e independentismo contra la unidad territorial de España".
"No están en condiciones de garantizar la unidad de este país" asevera Calvo ya que asegura que han logrado alcaldías "alcanzando un pacto de perdedores". Además de asegurar que coincide con la misma teoría que la de el líder de Vox, Santiago Abascal, la "dictadura progresista".
