Los hermanos Pou, contra la nieve y la roca del Nevado Churup

Los hermanos Iker y Eneko Pou viajaron hasta la Cordillera Blanca en Perú para enfrentarse a un nuevo reto: coronar el Nevado Churup, un pico de 5.493 metros de altitud que fue un clásico en los años 80 y 90, pero que con el paso del tiempo y el cambio climático ha ido perdiendo nieve. Teniendo que subir a través del hielo y la roca, los vitorianos invirtieron un total de 17 horas entre la subida y la bajada.

Iniciaron la subida desde la Laguna Churupita, situada a 4.500 metros. Allí plantaron el campamento base y al día siguiente comenzaron con la subida a las 6 de la mañana. Se enfrentaban a un total de 1.000 metros de camino con 800 de desnivel. El mayor peligro que podían encarar era la roca descompuesta y desnuda, un terreno que provocó que se les complicara la aventura algo más de lo habitual.

Fue una subida dura y parecía no terminar nunca, pero las vistas desde las paredes escarpadas del Churup hacían que mereciera la pena cada metro escalado. Tras varias horas, los dos hermanos pisaron la cumbre a 5.500 metros de altura. "Ha sido, en conjunto, una ascensión elegante y comprometida que nos ha dejado muy buen sabor de boca", explicaron los alpinistas, que han dejado información del trazado para futuras repeticiones.

Iker y Eneko Pou, que acumulan 19 rutas abiertas en Perú, retrasaron este proyecto porque participaron en un rescate de tres aspirantes a guía en la Cordillera Blanca: los peruanos Efraín Pretel y Jesús Picón; y el brasileño Edson Bandeira Costa. Los Pou formaron parte del segundo equipo de búsqueda, pero fue el quinto el que encontró los cuerpos y el sexto el que ha logrado recuperarlos.

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