Carnavales 2020: El verdadero origen del Carnaval

El Carnaval es una de las fiestas más populares en todo el mundo y querida por todos, desde los más pequeños a los no tan niños. Es un día en el que los atuendos imposibles llenan las calles de color y de alegría.

Con febrero llega la fiesta de disfraces por excelencia pero, ¿sabemos por qué nos disfrazamos? o ¿dónde surgió? Hay innumerables teorías sobre su origen y todas tienen algo en común: Una fecha donde la irreverencia y la diversión se imponen a las formalidades y las normas.

Existen estudios que aseguran que el Carnaval, tal y como lo conocemos ahora, se remonta a más de 5.000 años. Algunos localizan sus inicios en el Imperio Romano, ya que está relacionado con las Saturnales, unas festividades realizadas en honor al dios Saturno. Otros, los sitúan en Grecia, donde celebraban unos festejos similares donde se veneraba a Dionisio.

Estas festividades coincidían en la época de su celebración: febrero, momento de transición del invierno a la primavera en el que tenían lugar ritos de purificación, coincidiendo con los últimos días de esta estación, ya que se creía que el dios Saturno vagaba por la tierra todo el invierno y que necesitaba los rituales para llevarlos al inframundo y comenzar la cosecha de verano. Por ello, con banquetes, bailes y vestidos con ropas y máscaras que personificaban a este dios, celebraban la abundancia de la tierra dejando a un lado las obligaciones y las jerarquías durante unos días y después volver al orden.

En Grecia, tenían lugar unas fiestas parecidas: las bacanales y las Dionisias, en éstas últimas se celebraban grandes procesiones y representaciones teatrales que reunían a toda la población. Curiosamente, en la mitología griega, aparece la figura de Momo, el dios de la burla y el sarcasmo. En la actualidad, en algunos países de América Latina, uno de los personajes centrales de los Carnavales es el Rey Momo, al que se le entrega cada año las llaves de la ciudad.

Con la expansión del cristianismo, en la Edad Media, la fiesta tomó el nombre de carnaval, procedente del latín, 'carnem levare', que significa 'quitar la carne'. Esto es así porque este evento se celebraba días antes al Miércoles de Ceniza, fecha de comienzo de la Cuaresma hasta el Domingo de Resurrección, un periodo de abstinencia y ayuno. Los días antes tenía lugar una celebración donde todo estaba permitido, por lo que, para permitir el anonimato, la gente se cubría el rostro o iba disfrazada.