Entre las olas y la arena

21 20 ENTRE LAS OLAS Y LA ARENA LUCÍA MARTIÑO ENTRE LAS OLAS Y LA ARENA LUCÍA MARTIÑO Lucía estaba pletórica con su nueva afición. La descarga de adrenalina que le provocaban la fuerza de las olas y la sensación de tener el mar bajo sus pies la llenaban de euforia. Notaba que su corazón latía más fuerte que nunca cada vez que cogía la tabla, era algo indescriptible, casi mágico. Empezó a compaginar las clases en el colegio con su pasión. Era muy buena estudiante y aplicada en sus tareas, de modo que nunca faltaba a su cita semanal en la escuela de surf. Su mayor deseo era compartir todas las horas de luz posibles con sus compañeros y sus tablas, y esforzarse por me- jorar y coger olas cada vez más grandes. ¡Le encantaba retarse! Y eso fue lo que la llevó, cumplidos los trece, a apuntarse a su primer campeonato. Se lo tomó como una experiencia más y, aunque había muy pocas niñas compitiendo, puede que dos o tres a lo sumo, siendo niños el resto, no le importó. Su objetivo era pasarlo bien y demostrarse a sí misma que era capaz de superarse. —¿Crees que estás preparada para la prueba? —le preguntaron sus pa- dres, aun a sabiendas de lo que su hija les iba a responder. —Por supuesto, yo confío en mí —dijo Lucía sin vacilar.

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