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La historia de las británicas Florence y Glenys, dos gemelas que llegaron a cumplir los 100 años, es ahora aún más emotiva al saber que han fallecido con casi un mes de diferencia.

Tras vivir siempre en el pequeño pueblo galés de Abertridwr, del que nunca salieron, Glenys fallecía rodeada de sus seres queridos el pasado 23 de abril. Nadie sintió tanto su pérdida como Florence, su compañera de juegos cuando eran niñas y de madurez cuando vieron nacer y crecer a sus hijos. El dolor fue tan grande que su corazón no lo resistió y dejó de latir el 20 de mayo. Aún no se había cumplido un mes de la muerte de su hermana, según informa Daily Mail.

Atrás quedan más de un siglo de recuerdos compartidos y experiencias únicas, como la de llegar a ser bisabuelas. Su vínculo fue tan fuerte que decidieron comprar dos casas pegadas y construir una puerta para que sus cocinas se comunicaran. Ahora, sus hijos las recordarán como dos mujeres que fueron mucho mejores por tenerse siempre la una a la otra.

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