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Londres, 22 de mayo de 1952 | VELVET 360
La octava carta de Alberto a Ana desde Londres narrada por Miguel Ángel Silvestre
Escucha al completo la octava carta que Alberto envía a Ana desde Londres.
Londres, 22 de mayo de 1952
Querida Ana,
Fíjate en la imagen de la postal que te envío. ¿Ves ese buzón que aparece al final del puente? Desde ese buzón te enviaré esta carta en unos minutos, justo cuando acabe de escribirla. Hoy tengo tarde libre y he venido a conocer el Big Ben. ¿Te puedes creer que he estado todos estos meses en Londres y nunca había venido a ver el Big Ben? Es como estar en París sin ver la Torre Eiffel… Es como estar en Madrid y no entrar en nuestras galerías… esto le gustará leerlo a mi padre, o al que sea que lea estas cartas.
Estos días me están acompañando los Otegui, unos amigos de mi padre. Han venido a pasar unos días aquí, y se empeñan en invitarme a cenar todas las noches, me llevan a pasear, al teatro. Han venido con sus dos hijos, que no se despegan de mí. Como si fueran dos pequeños espías que hubiera contratado mi padre.
Además los Otegui me han traído una carta de mi padre. Me da la enhorabuena por las notas que estoy sacando. Me dice que esas notas demuestran el interés que puedo poner en las cosas cuando quiero, y que por eso me ha conseguido un puesto de aprendiz en unos almacenes que hay aquí en Londres. ¿Sabes lo que significa eso, verdad? Me voy a quedar todo el verano aquí.
Los Otegui dicen que tendría que estar muy ilusionado… pero tú y yo sabemos bien por qué han organizado todo esto. Para que me olvide de ti. Y yo no me olvido de ti, pero Ana, he de decirte que a veces pienso que tú sí lo has hecho de mí.
Este silencio duele mucho. Mucho.
Escríbeme, Ana, escríbeme… no me olvides.
Alberto.
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