Navia consigue hacer llegar unas hierbas a Darío que al ingerirlas producen el efecto de hacer parecer que la persona ha fallecido; así es como Darío, creyéndole los romanos muerto, es arrojado fuera del campamento donde lo recogen los rebeldes hispanos.

Galba es incapaz de decretar la muerte de su hijo; en cambio, lo encierra de por vida. Claudia temiendo que Fabio cuente a Galba que ella tuvo una relación con Marco, acude a la tienda donde está encerrado y trata de matarlo. Sin embargo, Fabio consigue neutralizarla y dar la vuelta a la situación, amenazando ahora él a claudia. De esta manera, consigue salir del campamento romano sin que nadie intente nada contra él.

En Caura, Helena, rota por la pérdida de Serbal, se enfrenta a la acusación de adulterio de Alejo ante el consejo de Caura. Teodoro lucha con todas las fuerzas para que no prospere la acusación pero Alejo utiliza el chantaje para llevar a un testigo que testifica a su favor, Aldara.

Alejo utiliza a aldara (la falsa hermana de paulo) para que testifique contra Helena. Alejo sabe que Aldara es una impostora, y con esa baza la obliga a testificar contra Helena.

Lo que ni Helena ni ninguno en Caura saben es que Serbal no ha muerto en manos de Alejo. Los azares del destino han querido que el niño haya llegado al campamento en manos de Héctor. Desconociendo quién es ese niño, Galba decide deshacerse de él. Pero alguien en el campamento no está dispuesto a ver perecer a un bebé inocente.

Gaia, la esclava de Fabio, cuida al pequeño e impide que el pretor lo mate.