Viriato vive uno de sus momentos más amargos en la batalla contra Roma: su esposa y su mejor amigo Sandro  se encuentran retenidos en el campamento, sus apoyos merman cada día y hay un traidor entre sus filas que intenta acabar con su vida.

Sin embargo, el líder hispano no está dispuesto a rendirse… Y traza un plan que podría mermar las fuerzas dentro del campamento romano. Si la idea da resultado, podrán liberar a los prisioneros y acabar con los romanos. Pese a todo, Viriato sabe que se enfrentan una batalla sin precedentes en la que cualquiera de sus seres queridos puede morir. Una batalla en la que Fabio, el hijo de Galba, tendrá en su mano inclinar la balanza hacia un bando u otro.