Sandro y Nerea consiguen acarrear el agua del manatial que cura la enfermedad y llevarlo hasta la cueva. Paulo y el resto de los hispanos logran curarse.

Mientras en la sierra, Héctor ha descubierto que el espía sigue entre las filas rebeldes. Viriato tiene que desenmascararlo antes de que el espía informe de nuevo: si cuenta que las filas hispanas están debilitados, Roma podría atacarlos… y  ese sería el fin de la causa hispana.

La astucia de Viriato hace descubir quién es el espía, Bartar. Éste trata de huir, pero Viriato consigue matarlo de un flechazo antes de que entre en el campamento romano.

Alejo descubre que el hijo de Helena tiene por padre a Vriato y no a él; lo rapta y lo lleva al bosque para matarlo, pero, aunque le dice a Helena que lo ha hecho, finalmente no puede acabar con el pequeño y lo abandona en el bosque,