Pedro Alonso es Diego

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ENTREVISTA A PEDRO ALONSO, DIEGO EN 'GRAN HOTEL'

Pedro Alonso: "Lo de Diego y Julio es una historia fatal que tiene que eclosionar"

En la recta final de 'Gran Hotel', hemos querido hablar con el villano por excelencia de la serie. El actor que da vida a Diego Murquía, Pedro Alonso, ha respondido a nuestras preguntas y ha hecho balance de su paso por la serie a la que está más que agradecido.

Diego ha descubierto que el amante de Alicia es Julio, pero él está preso ¿Diego conseguirá vengarse de Julio?

La relación entre Diego y Julio es una historia fatal que tiene que eclosionar y esto se va a producir sea como sea (risas). Están destinados a encontrarse, nos encaminamos al final de la serie y hay muchísimo que liberar cuando estos dos se encuentren. Será un momento climático de ‘Gran Hotel’.

Julio, Jesús Cisneros, doña Teresa… hay mucha gente que se quiere vengar de Diego ¿Conseguirá librarse?

Creo Diego ha gestionado mal toda la ternura que lleva en su corazón (risas) y ahora mismo el acoso por el que es sometido por casi todos los frentes es de un nivel muy alto, pero los animales están heridos son más peligrosos aún… El enfrentamiento con cada uno de ellos promete momentos de alto voltaje (risas).

¿Diego merece un final feliz o pagar por sus crímenes?

Lo bueno de mi profesión es no juzgar al personaje, te pueden parecer bien unas cosas y mal otras, pero lo bueno está en encontrar el punto en el que se ve que son seres humanos. Hasta los tipos más monstruosos seguramente, desde una perspectiva, tienen una razón para hacer lo que hacen, otra cosa es como lo gestionen.

Diego gestiona sus sentimientos de una forma muy atravesada, pero lo hace porque cree que tiene razones para manifestarse de esa forma. No soy quién para decidir si se merece morder el polvo o no. Eso sí, creo que corre serio peligro (risas)..

"Hasta los tipos más monstruosos seguramente, tienen una razón para hacer lo que hacen"

¿Te gusta hacer de malo en ‘Gran Hotel’?

Los personajes que se mueven por los límites de la corrección exigen un riesgo y, cuando hay riesgo hay emoción, son personajes cargados de sorpresas y regalos. Con Diego a veces he tenido miedo porque tenía tramas muy comprometidas, muy extremas… pero eso también me lo ha hecho pasar muy bien. Es un personaje muy goloso.

¿Qué te dicen los seguidores de la serie por la calle?

Me dicen que comprenden perfectamente las motivaciones del personaje y que es cierto que Diego es todo ternura (risas). Creía que habría opiniones más controvertidas en la calle, pero todo el mundo que me comenta algo de Diego me lo dice con mucha complicidad, y me sorprende, porque tengo compañeros que han interpretado a malos y la gente se lo recriminaba por la calle. A mí, ni una sola vez me han dicho nada malo. Es un malvado que genera juego.

¿Y lo más curioso que te ha pasado con un/una seguidor/a de ‘Gran Hotel’?

Un día iba por un callecita del Madrid de los Austrias y, de repente se para un cochazo a mi lado, bajó la ventanilla y apareció una señora mayor, súper arreglada y se notaba que tenía pasta, del rollo de doña Teresa en el siglo XXI, y me preguntó: “¿Tú eres el de ‘Gran Hotel’?”, le contesté que sí y me dijo: “quiero que sepas que tu personaje es el más lógico de todos”. Me quedé aluciando y pensé que como le funcionará la cabeza a esta mujer para pensar eso.

Tengo un agradecimiento muy hondo por los que apostaron por mí para defender a Diego, he procurado devolver eso de la forma más entregada y cómplice que he podido.

¿Cómo te gustaría que acabase ‘Gran Hotel’?

Siempre hay un punto de tristeza cuando se acaba algo que te ha dado buenas cosas como es el caso, pero teniendo en cuenta que es una serie que ha estado muy cuidada, acabar con el buen ambiente, el buen tono y finalizando a lo grande, lo tomo como una buena noticia porque muchas veces vemos que hay cosas que se desgastan hasta el final. Dos años de ‘Gran Hotel’ ha sido una travesía para recordar.

¿Qué te han aportado personalmente tanto Diego como ‘Gran Hotel’?

Venía de hacer una serie de tres años en Galicia, era un cura con un perfil blanco, y que me llamaran para hacer algo que es totalmente lo contrario a lo que estaba haciendo fue un ejercicio de fe de la productora y de Antena 3. Apostaron más allá de lo que pensaba yo de mis posibilidades para defender un rol, es algo que a uno le toca la fibra. Tengo un agradecimiento muy hondo por los que apostaron por mí para defender a Diego, he procurado devolver eso de la forma más entregada y cómplice que he podido. Me lo he pasado muy bien dándolo todo en la serie.

¿Te gustaría llevarte algún recuerdo físico de la serie: algún traje, una camisa, una corbata, un candelabro…?

En algunas series lo he hecho, llevarme algo que asociase al personaje. Me gustaría llevarme el salón entero y un par de coches de los que aparecen en la serie (risas). Lo que me llevo son buenas sensaciones de haber encontrado un gran equipo, he conocido muy buena gente en este plató y eso es lo más grande de este trabajo. Eso no tiene precio y no hay salón o coches que compitan con eso (risas).

 

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