La historia de Sira y Marcus ha sido una historia callada, silenciosa, de esas que se hacen más grandes con el tiempo y que por mucho tiempo y espacio que haya entre ellos siempre existirá el amor que se profesan el uno por el otro.

Desde la primera vez que Sira y Marcus se vieron en Tánger hasta su primer beso que selló un amor absoluto y grandioso. Dos años sin verse pero aún así la atracción entre ellos era tal que parecierá que su historia estaba destinada a permanecer unidos. Han pasado por la felicidad, la diversión, la tristeza de la separación y el peligro sin saber que juntos podrían afrontar cualquier cosa.