Francisca ordena que atiendan al pastor y hace llamar a Pepa quien le hace unas preguntas que ponen de manifiesto que el pastor sólo ha venido a por la recompensa y no da noticias ciertas.

Juan está convencido de que Soledad le ha citado y recupera la alegría pensando que le ha perdonado. Todo es una estratagema para que Francisca sea testigo de lo mucho que ha cambiado, cuando Juan llega sufre la más grande de las humillaciones.

Alfonso intentará que Severiano desista en cortejar a Emilia, pero él parece atraído de veras por la chica y viceversa. Parece que no hay nada que hacer. Pronto se encontrarán un momento a solas y se darán el primer beso... Alfonso, testigo, se hundirá al verlo.

Mientras Gregoria, la médico, sigue discutiendo con Pepa aunque la partera trata de mantener un trato cordial con ella. El pueblo entero se cuestiona que una mujer pueda ser médico. Los hombres del pueblo están indignados. Con quien sí parece llevarse bien es con Francisca, forjadas las dos en el mismo carácter. Además da su primer signo de profesionalidad con un acertadísimo diagnóstico acerca de las dolencias de Francisca.

Tristán quiere volver a poner a Sebastián al frente de la conservera ahora que no hay cargos contra él.