Pepa ha conseguido huir del psiquiátrico con el informe médico sobre Angustias, pero don Julián ha descubierto la suplantación de Pepa. La joven partera confiesa su analfabetismo y pide a Emilia que le lea el informe de Angustias: descubren que Martín no puede ser hijo de la mujer de Tristán.
Pepa y Tristán siguen jugando al gato y al ratón, siguen enfadados pero no pueden evitar sentirse atraídos el uno por el otro.
Rosario está muy alegre y le cuenta a Tristán la oferta que ha recibido Juan: se acabaron los problemas para la familia. Entretanto Soledad desahoga con Pepa su pena por la marcha de Juan. La partera les sirve a los enamorados como casamentera, propicia la despedida romántica de Juan y Soledad.
Tristán y su hermana Soledad se reconcilian, de hecho, el joven defiende a Soledad ante Francisca y mantiene un duro enfrentamiento con su madre.
Entretanto Raimundo comprueba que Francisca ha hecho sustituir al director de la sucursal bancaria y no le concederán el crédito. Entonces, decide pedir un crédito al prestamista.