Pepa y Tristán deciden volver a Puente Viejo para seguir desde allí los progresos de la búsqueda de Martín al tiempo que les prohíbe dar publicidad del caso para evitar que se extienda una alarma social.
Francisca comunica a Hipólito que él será el siguiente alcalde y, como primera tarea, ordena liberar a Sebastián. Él le pide que firme una notificación para ser legítimamente apoderado de su palabra. Francisca ve que no será tan fácil de torear como su padre...
La señora Montenegro ha conseguido sacar a Sebastián de la cárcel al tiempo que tilda de héroe a Raimundo por haberle salvado la vida. Él, sin embargo, sabe que esto supone la ruptura definitiva con su hijo que no admitirá que haya matado al amor de su vida por haber salvado al suyo. Francisca, asimismo, exculpa a Raimundo a quien se considera que mató a la chica en defensa propia.
Mientras, Hipólito encuentra a Pedro hundido en el colmado, se le ablanda el corazón y decide montar un meeting a favor de su padre. Puente Viejo aclama a su alcalde de siempre.