El desvanecimiento de Pepa no es otra cosa que… ¡Pepa está embarazada! Está esperando el momento perfecto para decírselo a Tristán.
Pepa y Emilia están angustiadas por la niña cuando, por fin, llega Alfonso con la medicina. Parece que por fin ha sentido la llamada de la paternidad, acosado por el peligro de la niña, ha reaccionado como el padrazo que debe ser. Alfonso confiesa a su madre que la enfermedad de María lo ha cambiado todo. ¡Es su hija!
Francisca empieza a maquinar la “desaparición” de Isabel. Es ella quien les estorba, no el niño.
Tristán está dispuesto a seguir adelante y recuperar lo que le pertenece, enfrentándose a su madre.
Enriqueta se enfrenta a Juan: ¿te estás viendo con Soledad? Mientras los secuaces de Manuel han descubierto el único punto débil de Juan: sus visitas al chozo. Juan se está dando cuenta de que la determinación de Soledad de no volver con Olmo es firme.
Hipólito teme que vayan a matar a Juan. Pide ayuda a Alfonso para evitarlo.
Pepa se presenta ante la Montenegro para examinarla. Francisca se niega. Soledad presiona a su madre para que se ponga en manos de Pepa. Francisca pide algo a cambio.