Pepa se siente totalmente humillada después de que, en el baile, Angustias se apropiara del regalo que estaba esperando de Tristán. Abre los ojos, en realidad Angustias es su mujer y está en el derecho de pensar que los regalos de Tristán serán para ella y no para la partera. Pepa muy dolida y escarmentada decide cortar cualquier tipo de contacto con el joven.
Sebastián vuelve por sorpresa a Puente Viejo y encuentra a su padre, Raimundo, con la resaca de la recaída del día anterior. El tabernero se refugia avergonzado. Además descubrimos que Melquíades tiene tratos con Francisca, parece ser que su único cometido en Puente Viejo era hacer recaer a Raimundo en la bebida.
Tristán anillo en mano investiga a su madre, quiere saber la verdad acerca de la muerte de su padre. Pero en Francisca no encuentra las respuestas que espera, todo lo contrario que en su hermana Soledad.
En la plaza del pueblo se desata una riña y Pepa tiene que atender al director de la banda. Cuando se manche de sangre de pronto Don Anselmo recordará a Pepa Balmes, la sierva en casa de Carlos Castro que fue acusada de robar bebés.