Pepa quita a Alberto toda esperanza de que se marchen juntos a Madrid e insiste en que ella no se moverá de Puente Viejo. Además, Gerardo ya tiene el primer roce con Mauricio, y es que éste no se arredra ni ante el bruto del capataz.

Por su parte, don Anselmo dice a Francisca que Maximiliano ha sido el que ha denunciado a Tristán. Carlos ve al cura en casa y lo reconoce como un viejo conocido. Cuando se encuentre con Pepa otra vez, confesará que su amnesia era fingida.

Soledad cumplirá con la promesa que le hizo a su hermano e irá a la Casona para estar con Martín. Tendrá con Pepa una charla amistosa en la que le hará ver que ama irremediablemente a su hermano por muy casada que esté.

Emilia y Raimundo reciben la noticia de que unos asaltadores han despeñado por un barranco los materiales que necesitan para terminar la posada.

Juan se inventa un trabajo para un ricachón pintando retratos para tranquilizar a Soledad, que no entiende a qué viene ese silencio acerca del trabajo que ha encontrado y que no admite la falta de sinceridad de su marido.

Por último, Pedro se quiere dejar bigote para ganar autoridad. Dolores no estará tan de acuerdo con la iniciativa cuando vea que lo que le sale a su marido no llega ni a pelusilla.