Francisca recuerda como Isabel, la madre de Severo, vino a pedirle ayuda y como ella se comprometió a ayudarla, pero cuando vuelve al presente, niega haberla conocido, por lo que el rencor de Severo, dice, está anclado en embustes.
Severo encuentra respuesta al interrogante que le planteó Carmelo: quiere que Francisca sufra más.
Los allegados a María se encuentran con Francisca tras conocer que la búsqueda se suspenderá. La Doña se queda muy parada al saber que han dado a María, le afecta mucho. Se ha quedado sola y humillada. Al tiempo, Raimundo ha recibido una nota y sale camino de La Garganta del Diablo con ella en mano. Francisca se presenta a la cita con Raimundo: hablan del amor imposible que se profesan.
Emilia y Alfonso reciben a Fulgencio, que viene a husmear con la excusa de solidarizarse y también lo echan.