Alonso debe huir de Galicia tras matar a uno de los hijos del Conde Raña. Por recomendación de su madre, el muchacho decide refugiarse en el monasterio con el padre Xoán, ya que Raña no tardará en hacer justicia por la muerte del más noble de sus vástagos.

Mientras Alonso se ve obligado a alejarse de su familia para salvar su vida, la joven Ana es feliz soñando con un príncipe azul y leyendo uno de sus libros. Sin embargo, la mayor aventura de su vida está más cerca de lo que ella piensa. Ana ha sido reclamada por Doña Mencía porque el marido de ésta, el Adelantado Juan de Sanabria, está reclutando jóvenes doncellas para casarlas con colonos en el Nuevo Mundo.

Alonso también pretende enrolarse en ese viaje gracias a la recomendación del padre Xoán. En su huida hacia Sevilla para embarcarse en la expedición de Juan de Sanabria, Alonso conocerá a Pelayo, un pícaro muchacho que, sin querer, pondrá en peligro la vida de Alonso y la suya propia. A partir de entonces, sus destinos irán unidos para siempre.

Por su parte, Sanabria, que no se encuentra bien de salud, su mujer Mencía, sus hijas y las doncellas van camino de Sevilla. Ya en la capital andaluza, el Capitán Salazar se reúne con Mencía y el Adelantado para darle cuentas de los preparativos de la expedición.

Salazar está comenzando a impacientarse porque van con retraso en el viaje y hace días que no ve a Sanabria. En ese preciso instante el Capitán descubre el lamentable estado de salud del Adelantado, que está a punto de morir. Las vidas de todos confluyen dramáticamente en el momento de la partida de la expedición.