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En un lugar tan a la contra de todo como es este camping, el final tenía que ser una apoteosis de la originalidad:

Vale, hay una boda de cierre como tantas otras veces la ha habido, pero doble, sin un solo duro para la ceremonia y en la que los contrayentes sumen casi un cuarto de siglo convendremos en que no han sido tantas…

La amistad entre Ángel y Jorge es ya un género irrepetible en sí mismo, pero para rematar rizarán el rizo. Se convertirán en la primera pareja de amigos en la que un amigote le echa la bronca al otro por querer pasar más tiempo con su chica y descuidar su relación de colegas… y la ruptura puede ser inminente.

Y para finalizar, la expulsión de un inmigrante. Eso sí, nada de magrebíes o subsaharianos… en el camping puestos a echar a uno de fuera, que sea rubio, pacifista, y ya puestos, millonario. El pobre Bobby no da crédito. ¿No está mal como fin de fiesta, verdad?

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