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Mejores momentos | Capítulo 3
La cocina crea un momento mágico entre Diego y Clara: “Tal vez solo se trate de dejarse llevar”
El duque y la cocinera se encuentran en la cocina del palacio de Castamar.
Diego de Castamar baja a las habitaciones del servicio para perdonar a Melquiades Elquiza por su traición como mayordomo.
Antes de irse, se para en la cocina donde Clara Belmonte prepara la receta de masa de azúcar y el duque decide acomodarse a su lado para servirle de ayudante.
La cocina logra unirles y propiciar un momento mágico entre ambos.
“¿Cuál es el misterio? La repostería es matemática pero aun así nunca la misma receta sale igual dos veces. Sigues los pasos, calculas los ingredientes, mides el tiempo exacto… pero siempre hay una parte que no podemos controlar. De la que resulta que una receta sea perfecta o que no esté a la altura. Jamás entenderemos ese misterio. Tal vez solo se trate de dejarse llevar”.
Esa misma tarde, el duque logró cumplir el deseo de la cocinera de cuidar de Rosalía y no enviarla a un hospicio. Un hecho que Clara intentó evitar acudiendo al convento y descubriendo una verdad que cae de golpe sobre sus ojos: su padre está realmente vivo y se mantiene oculto tras la guerra.
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