Sara acude al encuentro con Bocanegra, que le dice que si no le devuelven la ametralladora en menos de tres horas, comenzará a fusilar a habitantes de Arazana. Tras un hábil intento por parte de Jairo por acudir hasta Villareja, para solicitar ayuda a sus compañeros de la Guardia Civil, el agente resulta herido por Tadeo. La providencial aparición de Marcial será clave a la hora de salvar la vida de Jairo. Bocanegra ha solicitado que se presenten los primeros cinco voluntarios para ser fusilados. De forma heroica, Figueroa, Lucero de Linares, y Morales se ofrecen voluntarios. El Chato, a la desesperada, irrumpe en la posada para liberar a Clara mientras que Doña Carlota comprende que nunca obtendrá amor de Andrés.