Miguel reconoce ante Sara que no se arrepiente de la paliza que ha propinado a Olmedo. Su enemistad se había convertido en una cuestión personal y ha quedado zanjada de una vez. Por fin Miguel se siente libre.

Mientras, se llevará a cabo una mascarada para engañar a Don Diego. Y Rafalín jugará un papel fundamental en el asunto…

Inés, por primera vez, muestra su interés hacia Mario, pero durante el encuentro de la chica con el cajero, esta sufrirá un vahído. Afortunadamente, todo quedará en un susto, pero el fantasma de la enfermedad de Flores rondará de nuevo por la cabeza de su madre, Adela.