Suna acude a İfakat buscando un plan para no perderlo todo, pero se encuentra con una verdad devastadora: su antigua aliada está derrotada. Sin embargo, su última advertencia puede cambiarlo todo.
En la víspera de la boda, Esme toma la palabra y emociona a Suna y Seyran. Defiende a la tía Hattuc con el corazón y les recuerda a sus hijas que, después de tanto sufrimiento, por fin merece ser feliz.