Benigna y su rocambolesca vida en la Plaza de los Frutos: del terror al amor… ¡y al estrellato!

Benigna, la fiel amiga de Manolita, ha puesto patas arriba la Plaza de los Frutos en muchos aspectos.

Cotilla como ella sola, Castro se encontró una dura rival en el barrio con la llegada de Doña Visi, que esparciría rumores de todo tipo por la Plaza de los Frutos, y Benigna lucha por pararle los pies. Pero descubrirá el triste pasado que tiene Visitación, y pasan de ser enemigas a grandes amigas.

La amistad no durará mucho, pues Doña Visi consigue sacar de quicio a Benigna incluso siendo amigas. ¡Ya planeaba ser enterradas juntas cuando las dos dejasen este mundo! Visitación abandona el barrio después de ‘romper’ con Benigna.

Desde la dolorosa marcha de su Benito, el corazón de Benigna no latía por nadie más que no fuese ella, o su amiga del alma Manolita. Pero la llegada de Eduardo, un viejo amigo de Abel, vuelve a hacer que su corazón palpite de emoción.

Benigna queda embelesada por Eduardo, pero el interés amoroso solo fluye en una dirección, pues los ojos del capitán se fijan en Socorro y no en ella. Castro intentará sabotear la relación, pero al final se echa a un lado para que la señora Sáez de Abascal viva unos momentos de puro amor con Eduardo hasta que Miriam, su exmujer, llega a Madrid para arreglar su matrimonio.

Mientras tanto, Benigna piensa que sufre alucinaciones, y algo más tarde confirmará sus terribles sospechas: Doña Visi ha vuelto a la Plaza de los Frutos.

Después de su aventura fuera de Madrid, Visitación vuelve al barrio y se reencuentra con su ‘amiga del alma’. Con la excusa de sus clases de inglés, Doña Visi se instala en el despacho laboralista y después manipula a Cristina para quedarse en su casa durante un tiempo, lo que saca la furia de Benigna. Visitación acabará yéndose de nuevo del barrio tras conocer a un importante productor para trabajar en Hollywood.

Benigna es consumidora masiva de las revistas del corazón, en las que ve a Lorenzo Bravo, afamado actor y su amor platónico, y se imagina un romance con él. Castro vivirá lo que nunca se podía imaginar: ¡conoce a Lorenzo Bravo, en su propia casa! Aunque conocer al hombre de sus sueños fue una situación difícil de olvidar.

A pesar de esa “primera cita” algo confusa, Lorenzo y Benigna empiezan a salir más para conocerse mejor, pero el actor da un paso de gigante que no entraba en los planes. ¡Lorenzo y Benigna se besan frente al King’s! Pero este beso oculta oscuras intenciones del actor.

Benigna pasa de leer las revistas del corazón, ¡a salir en ellas! En la prensa rosa se hacen eco del romance entre Castro y Lorenzo Bravo, y la pareja anuncia que están juntos oficialmente. Pero su amigo Quintero escucha una extraña conversación entre el actor y su “primo” Ramiro, y comienza a sospechar que todo es una farsa. Más adelante, Lorenzo le propone matrimonio a Benigna delante de la prensa.

Quintero anda con la mosca detrás de la oreja, y no soporta ver cómo Lorenzo usa a su amiga. Intenta boicotear la boda y le cuenta que el “primo” Ramiro en realidad es la pareja del actor, pero Benigna no se inmuta. ¡Ya lo sabía todo!

Justo intenta convencer a su amiga de hacer lo correcto y cortar con esta farsa, y logra que Benigna decida romper con Lorenzo, aunque no como él esperaba.

Benigna da una entrevista frente a los medios para dar a conocer la ruptura con el actor, declara haber roto su relación con él porque Lorenzo sigue enamorado de su difunta mujer.

Las cosas quedan bien entre Benigna y Lorenzo, pero la ruptura será caldo de cultivo para las revistas del corazón Y para las cotillas del barrio. ¿Cómo sobrellevará Benigna la ruptura? ¿Qué tipo de rumores se dispersarán por la Plaza de los Frutos?