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AVANCE CAPÍTULO 78
Mauro decide volver a vivir a casa de sus padres
Mauro decide volver a vivir a casa de sus padres y Vicente le apoya porque cree que la estancia de todos allí borrará las huellas que hubieran podido quedar del día del asesinato.
Fernando está herido y busca refugio en El Asturiano. Marcelino y Pelayo tienen que ocultárselo a Manolita. Aunque Pelayo no está convencido, finalmente no tiene más remedio que prestarle cobijo a Fernando, que no puede utilizar los pisos francos del partido porque no sabe si puede fiarse de sus camaradas. Inés descubre y pone en conocimiento de Arturo que hay un complot para asociar su bufete con el de Uriarte Torregrosa. Entre los dos llegan a la conclusión de que tras el complot está Pía y Guillermo. Arturo promete luchar por el bufete hasta el final. Héctor es detenido por pegarle a un hombre que maltrata a su hijo. Muy sensible respecto al asunto, les cuenta a Asunción y más tarde a Inés los maltratos que sufrió de niño. Al tiempo, inmersos en un caso antiguo de los que escribe Asunción, entre ella y Héctor fuerzan la confesión de un padre que hizo desaparecer a su hijo dos años antes. En lugar de ponerle en manos de la policía, dejan que sea el propio padre quien decida si merece o no castigo. Mauro decide volver a vivir a casa de sus padres y Vicente le apoya porque cree que la estancia de todos allí borrará las huellas que hubieran podido quedar del día del asesinato. Por otra parte, el principal sospechoso del asesinato, el novio de Conchita, se ha suicidado, lo que por un momento parece aliviar a Vicente. Sin embargo, el propio Ricardo le recuerda que el caso sigue abierto.
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