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La tía Enriqueta, solterona amargada con quien María no se habla desde tiempo inmemorial, muere de forma repentina en plena reunión familiar. Los Navarro, que no le tenían especial cariño a la difunta, pretenden despachar el funeral de aquella manera hasta que una escandalizada Pilar se impone: hay que despedir a la tía como se merece. Y de paso, llevarse de estrangis la pequeña fortuna que la tía escondía en su cocina…
Gorka ha empezado a trabajar en la empresa del padre de Mariví y ella ya sueña con la casita que se van a hacer en Alpedrete. De cara a Eva, Gorka finge estar encantado con su vida, hasta que una llamada para una entrevista de trabajo desvela la realidad, Gorka está deseando cambiar de aires… y Eva tendrá que ayudarle a espaldas de su prima.
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Pelayo hace una llamada urgente para evitar que Fina regrese a España y de repente… ¡aparece Manuela!, ¿lo habrá escuchado?
Pelayo mantiene una conversación telefónica a espaldas de Marta.

Tasio, desconsolado, se derrumba con Gaspar al hablar de la repentina muerte de su madre: “Todo es mi culpa”
El joven se rompe con su amigo y llora al sentirse culpable de la muerte de Ángela.