Unos vecinos de Huelva, atemorizados por los asaltos de unos ladrones que se llevan desde carne congelada a televisores

Los vecinos de una urbanización en Lucena del Puerto (Huelva) viven de los nervios por un grupo de ladrones que asaltan sus viviendas de lunes a jueves y que, además, no hacen ascos a nada: desde televisores a muslos de pollo.

Cada semana desde hace ocho meses, los residentes de esta urbanización denuncian nuevos asaltos que resultan tan desesperantes como surrealistas.

En una de las cámaras de seguridad, hemos visto cómo actúan. El ladrón entra tranquilamente en la vivienda y va directo al congelador, que inspecciona minuciosamente para llevarse lo mejor. Su objetivo, sin embargo, son también los electrodomésticos, la ropa o los televisores.

Estos cacos están sembrando el terror en este municipio de Huelva en el que actúan entre semana, cuando saben que las viviendas están vacías.

Su modus operandi consiste en alcanzar las ventanas y destrozar las rejas incluso con sierras. A partir de ahí empieza la acción y se lo llevan todo, incluso lo que ven en el interior de los coches.

Los vecinos han ya presentado más de 60 denuncias y vídeos de los robos, pero ni han recibido ayuda, ni han cogido a los ladrones. Saben, además, que les tienen vigilados y conocen sus rutinas. Por miedo, algunos han incluso optado por abandonar las viviendas.

Eduardo es uno de los afectados, y él ha sufrido dos robos en apenas seis meses, el segundo cuando todavía se estaban recuperando del primero. "Aprovecharon que en agosto estábamos en la playa", ha dicho, en cuanto al primer asalto.

Cuando se fueron de viaje 5 días, puesto que los tienen controlados, aprovecharon para volver a entrar. Además, a otros vecinos les han robado incluso cuando han salido simplemente a hacer la compra.

Eduardo lleva apenas dos años viviendo en la casa, y toda su familia está atemorizada. "No quieren venir por aquí", ha asegurado, además hay vecinos que se están medicando.

Él tiene dos hijos pequeños y tiene miedo de que entren cuando estén ellos dentro. Antes Eduardo se iba a trabajar y dejaba a su familia en casa, pero ya no lo hace.

La policía ni siquiera ha ido a la zona a tomar huellas o buscar pruebas, a pesar de que, según este vecino, van dejando pistas por todos lados porque no son profesionales. "Solo dicen que pongas la denuncia y ya", ha dicho.

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