Hablamos con la afectada
El techo de su casa se ha venido abajo por las filtraciones de aguas fecales de una vecina con síndrome de Diógenes
Maika estaba en casa cuando escuchó un ruido. Era el techo de la habitación de su nieto que no soportó la humedad de la filtración de aguas fecales y se ha caído abajo. Un problema que ha tratado de solucionar por todos los medios, pero para el que no ha conseguido una solución.
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Maika estaba en casa cuando el techo de la habitación de sus nietos se vino abajo debido a las filtraciones de aguas fecales de su vecina del piso de arriba. El techo no ha soportado la humedad, ya que las grietas cada vez eran más grandes.
La vecina afectada ya no puede más, está agotada y vivir en su casa se ha convertido en un mal sueño. Ella ha intentado por todos los medios ayudar a su vecina, que padece síndrome de Diógenes.
En su cocina se acumulan en la encimera medicamentos, colillas, bolsas y comida en mal estado. En el baño hay moho y suciedad, y un grifo siempre abierto.
Maika incluso ha llegado a ofrecerle dinero a su vecina para hacer obras en el baño y poner fin al problema. Le dejó 1.500 euros, que no ha recibido, y eso que su vecino recibió una ayuda para hacer la obra.
Sin embargo, arreglar el baño no sirvió de mucho porque los problemas continuaron ya que su vecina, según cuenta Maika, deja los grifos abiertos.
"La mujer no atiende a razones", ha asegurado la afectada. Maika nos ha contado que lleva 5 años con este problema, pero la vecina tiene un problema de salud mental y no es capaz de solucionarlo con ella.
Andrea, que también vive en la casa, ha afirmado que la vecina problemática tiene familia, pero que no ponen de su parte para ayudarle. "¿Por qué no le ponen remedio?", pregunta.
En Y ahora Sonsoles conocimos el caso de Ramón, a quien el síndrome de Diógenes le ha costado la vida.
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